Duelo entre argentinos en la copa
- Sin Método
- 15 dic 2020
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De un lado el que dejó eliminado al último campeón de competición y del otro el que venció a uno de los equipos con más experiencia en este torneo. Mañana Racing y Boca se encuentran en los cuartos de final de la Copa Libertadores, tras vencer en dos eliminatorias agónicas en la tanda penales ni más ni menos que a Flamengo e internacional de Porto Alegre.

Ambos clubes argentinos, a falta de suerte, fueron emparejados con dos de los rivales más complejos con los que se podían cruzar en los octavos de final. Racing aun siendo el mejor segundo de la fase de grupos tuvo que enfrentarse mano a mano con el gran favorito y defensor del título, Flamengo. En una situación similar se vio Boca, cómodo primero por encima de libertad en el grupo H, midió fuerzas con uno de los segundos más temidos, el que quería volver a la gloria eterna luego de 10 años, el “Inter”.
El equipo de Avellaneda recibió al grande de Rio de Janeiro en el partido de ida, un duelo que mostró la diferencia de jerarquías entre los plantes, el albiceleste necesitaba atacar durante largos periodos de tiempo para hacer algún tipo de daño en la defensa brasilera, en cambio el “Mengão” en una de las pocas maniobras ofensivas que realizó dejó la pelota en el fondo del arco de Arias.
Pasar de ronda con un uno a uno en la ida y la obligación de hacer un gol en el Maracaná parecía una misión imposible para Becacce, cuyo trabajo en el banco de suplentes de la “Academia” peligraba por sus malos resultados en el torneo local. Pasaban los minutos en Rio y ninguno de los competidores realizaba un cambio en el marcador, hasta que apareció Sigali y, luego de una serie de rebotes en el área, empujó el balón hacia las redes de Flamengo. El conjunto dirigido por la leyenda Rogério Ceni creció en la adversidad y no paro de acechar el arco rival hasta el final del partido. A pesar de la magistral actuación del arquero de la selección chilena, Gabriel Arias, el local logro el empate y llevo la seria hacia la definición por los doce pasos.
En los penales, William Arão, quien fue el héroe que llevo el partido a estas instancias luego de convertir de cabeza en el último minuto fue el único jugador en fallar un penar ya que se encontró con las manos del arquero de Racing, que agigantaba aún más su figura. El penal decisivo seria ejecutado por Fabricio Domínguez que sin titubear ejecuto de forma perfecta el tiro definitorio y clasifico al equipo argentino, en una eliminatoria histórica, a los cuartos de la Libertadores.
Boca, por su parte, comenzaba su camino a los cuartos de final en Porto Alegre, en un partido totalmente controlado por los argentinos y que, a simple vista, el resultado de uno a cero obtenido por el gol de Tevez parecía corto. Con las buenas sensaciones que estaba dejando el “Xeneize” en el torneo continental sumado al buen resultado conseguido en tierras brasileras todo indicaba que en la Bombonera se conseguiría una clasificación sencilla, pero como en la vida, en el fútbol no hay nada sencillo.
Inter busco arrasar a Boca durante todo el partido, juego rápido, presión alta y marcas rígidas en jugadores esenciales como Cardona, fueron factores que incomodaron a los locales durante todo el partido. Los de Ángel Ruso eran irreconocibles, Villa no causaba daño, Salvio desaparecido en la banda derecha, y Buffarini, que era incapaz de marcar las trepadas de Patrick y Moises, eran los puntos más bajos de un equipo totalmente desorientado, tanto así que Fabra marca un gol en contra, gol que empató la eliminatoria, en una jugada que quiso despejar de taco dentro del área chica.
Luego de unos quince minutos finales en los que no hubo intensidad por parte de ambos lados, el que se enfrentaría a Racing en los cuartos de final de la copa se definiría por la eficacia de los jugadores desde el punto penal. Ahí se destacó Boca, acertando todos sus disparos exceptuando uno mientras que Inter falló dos.
Boca y Racing se cruzan en un duelo de cuartos de final de la Copa Libertadores, los resultados dan como favorito al equipo de la ribera, pero un mano a mano en torneos internacionales nunca tiene favoritos y mucho menos con equipos de misma nacionalidad.
Escrito por: Joaquín Mariné
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